DIATERMIA Y REEDUCACIÓN DEL SUELO PÉLVICO

La radiofrecuencia o diatermia es una técnica que utilizamos en fisioterapia.
A veces me he encontrado con pacientes que la conocían porque habían realizado tratamientos de estética para reafirmar la piel, quitar arrugas…
Dado el efecto que genera en los tejidos y su capacidad de revitalizarlos, esta técnica que ya se conocía en el siglo XIX, se vuelve a utilizar en los últimos años, no sólo en el campo de la estética sino también en la rehabilitación general, deportiva y en la reeducación del suelo pélvico.
La diatermia tiene como ventaja que es una técnica no invasiva y aunque es una corriente de alta frecuencia como la microonda o la onda corta, donde igualmente se consigue un calor endógeno de los tejidos, presenta una menor dispersión y una mayor penetración, siendo por tanto más eficaz. Además es una técnica muy agradable e indolora y que no presenta efectos adversos.
¿Qué disfunciones de suelo pélvico se pueden ver beneficiadas y qué extra nos aporta en los tratamientos uroginecológicos?
- Cesáreas y episiotomías . Se mejora el proceso de cicatrización. Se consigue una estimulación de los fibroblastos y la síntesis enzimática, con lo que se aceleran los procesos de reparación . Nuestro objetivo será disminuir el dolor y sensaciones desagradables (a veces, especialmente en las cicatrices de cesárea las pacientes describen sensaciones tipo grima,pinchazo, adormecimiento...) Además la diatermia nos ayuda a mejorar la flexibilidad del tejido y la propiocepción , para posteriormente fortalecer la musculatura.
- Coxigodinia (dolor en el coxis), dispareunia (dolor en relaciones sexuales ) o dolor pélvico crónico . La diatermia nos permite disminuir el dolor, la inflamación, recuperar la movilidad y elastificar el tejido.
- Dado su efecto revitalizante y regenerador , nos es de gran ayuda en diástasis abdominales , especialmente en las que el tejido conjuntivo se encuentra bastante dañado. En las diástasis no sólo es importante cuánto se hayan separado los rectos, sino también en qué estado se encuentra nuestra línea alba.
- Igualmente por este efecto regenador y reafirmante, podemos obtener buenos resultados en atrofias vulvovaginales.
- Endometriosis. Podemos disminuir dolor e inflamación y contribuir a mejorar la calidad de vida de las mujeres que sufren esta enfermedad.
- En hemorroides obviamente no vamos a conseguir eliminarlas, pero sí podemos disminuir el dolor, pesadez, inflamación, picor…
- Y en la incontinencia urinaria , no vamos a eliminarla por la simple aplicación de diatermia (la realización de ejercicios es fundamental), pero la revitalización de los tejidos, contribuirá a que los resultados sean mayores y lleguen antes.
Por último simplemente recordar, que la diatermia es una técnica muy eficaz con grandes efectos biológicos , pero no deja de ser una herramienta más. Podemos llevar en la bolsa de herramientas un martillo maravilloso, pero si lo que necesitamos en ese momento es un destornillador, de nada nos servirá el martillo.
Lo más importante es que la elección de la técnica sea la adecuada al paciente y a la fase de tratamiento en la que estemos. Normalmente el resultado viene dado porque la comprensión del motivo de consulta haya sido correcta y la elección y combinación de las distintas intervenciones terapéuticas, haya sido también la adecuada. Por supuesto además, el estilo de vida y la participación del paciente siempre es fundamental y marcará la evolución del tratamiento.
Pero aún así, está claro, que si al efecto mecánico de nuestras manos le añadimos el efecto a nivel celular que nos aporta la diatermia, podremos llegar más lejos y conseguir en menor tiempo nuestros objetivos.
Si presentas alguna de estas patologías y necesitas más información, no dudes en consultarme.

¿Sabías que el hipotiroidismo es más común de lo que parece?
El hipotiroidismo no es una enfermedad rara. De hecho, se calcula que hasta 1 de cada 10 personas, puede tener algún grado de hipofunción tiroidea, y en muchos casos ni siquiera saberlo.
Hablamos de hipotiroidismo cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas , lo cual va afectar a múltiples sistemas del cuerpo, incluyendo el musculoesquelético.
Dado que las hormonas tiroideas son fundamentales para el metabolismo energético y la función muscular, si disminuyen sus niveles podemos encontrar síntomas como debilidad muscular, disminución de fuerza, fatiga, calambres, rigidez, peor tolerancia al ejercicio…e incluso hormigueos en manos y/o pies.
En la esfera uroginecológica, además de síntomas en relación con debilidad de suelo pélvico, podemos tener también estreñimiento , que en disfunciones como incontenincia urinaria , descenso de órganos pélvicos ….no nos favorece nada.
Con fisioterapia, podemos paliar estos síntomas mediante ejercicio adaptado. Es importante el tipo de actividad que te viene mejor a tí en tu contexto actual, y también es primordial saber cuánto ejercicio es el adecuado. Dosificar la actividad deportiva, no es fácil pero es fundamental tenerlo en cuenta.
Como ya comentamos en el artículo anterior donde hablábamos de la dosis hormética, poco ejercicio me perjudica, pero un exceso o una planificación inadecuada, tampoco me va a aportar beneficio.
La terapia manual y osteopatía pueden ayudar a disminuir los dolores, tensiones musculares y hormigueos. También podemos reducir la inflamación de bajo grado y mejorar el sistema nervioso autónomo.
En reeducación de suelo, podemos mejorar tu sintomatología y la función de esta esfera tan importante. La mejora de conciencia corporal de esta zona y la comprensión de cómo funciona nuestro cuerpo, es clave para no normalizar trastornos.
El dolor en relaciones sexuale s, la incontinencia urinaria o incluso el hipotiroidismo no significa normalidad.
Que sea frecuente en la población y a partir de cierta edad, no significa que sea normal o que sea propio del envejecimiento.
Si tienes alguno de los síntomas que hemos mencionado, no dudes en consultar.

Muchas veces en consulta se formula la siguiente pregunta: ¿Cuánto ejercicio hago y cuál es el que me conviene realizar?
“Me han dicho que correr es malo, que mejor natación o yoga…”
Es fácil que tengamos dudas al respecto, porque la verdad es que decidir cuánto ejercicio pautamos no es fácil. Podemos medir y cuantificar un suplemento o medicamento, pero ¿cómo hacemos con el ejercicio?
Para entenderlo mejor vamos a hablar de varios conceptos :exposoma, hormesis, homeostasis y capacidad alostática.
EXPOSOMA
El epidemiólogo Christopher Wild en 2005 acuñó el término exposoma como “conjunto total de exposiciones ambientales y factores endógenos que una persona experimenta desde su nacimiento hasta su muerte”.
Digamos que es todo aquello a lo que estamos expuestos , tanto externo (contaminación, luz, alimentación) como interno (hormonas, inflamación, metabolismo).
Esto incluye:
- Factores físicos (radiación, temperatura, contaminación)
- Factores químicos (fármacos, tóxicos, nutrientes)
- Factores biológicos (microbiota, virus, patógenos)
- Factores psicosociales (estrés emocional, relaciones interpersonales, nivel socioeconómico)
El exposoma es dinámico y cambia a lo largo del tiempo. Su impacto en cada uno, depende de la dosis, la frecuencia y la interacción con nuestra genética y epigenética.
HOMEOSTASIS
La homeostasis es la capacidad del organismo para mantener un estado interno estable frente a cambios en el entorno. Es decir, mi temperatura corporal es siempre la misma haga frío o calor. Mi glucosa en sangre se ajustará en función de mis necesidades para no sobrepasar unos límites ni demasiado altos ni demasiado bajos. Con el pH pasa lo mismo etc….
Es nuestro equilibrio interno. Y el exposoma vendrá a romper este equilibrio constantemente.
Cuando los cambios a los que tenemos que hacer frente son intensos o demasiado prolongados en el tiempo, entra en juego nuestra capacidad alostática .
CAPACIDAD ALOSTATICA
Cuando aquello que nos rompe el equilibrio es intenso o perdura mucho tiempo, por ejemplo estrés, inflamación crónica, ejercicio extremo, alimentación inadecuada…tendremos que adaptarnos a ello y si lo logramos, se producirán cambios positivos en nuestro organismo, que nos permitirán continuar con nuestro equilibrio. Es decir, NO enfermaremos.
Por ejemplo en el contexto del ejercicio físico, las personas que realizan deporte de manera regular desarrollan adaptaciones cardiovasculares para mantener un menor ritmo cardíaco en reposo, aumentan la eficiencia mitocondrial para producir energía, mejoran la sensibilidad a la insulina y la regulación del metabolismo de la glucosa, aumentan la masa muscular y ósea…etc…
Si esta carga alostática, es decir este esfuerzo por adaptarse al ambiente es excesivo o sostenido durante demasiado tiempo , entraremos en fatiga alostática , lo que podrá generar desgaste y enfermedades crónicas.Esta vez SI enfermaremos.
HORMESIS
Dicho todo esto, dentro del exposoma, algunos factores pueden actuar como horméticos , es decir, generar una respuesta beneficiosa en dosis bajas o moderadas, pero pueden ser dañinos en dosis altas.
Por ejemplo, el ejercicio físico en dosis adecuadas, mejora la fuerza, la resistencia y la salud metabólica. En exceso, genera inflamación crónica y riesgo de sobreentrenamiento.
La exposición al frío aumenta la producción de grasa parda, mejora la sensibilidad a la insulina y fortalece la termorregulación. En exceso, puede causar hipotermia y estrés oxidativo.
La exposición al calor (saunas, baños termales) mejora la circulación y reduce inflamación. En exceso, puede causar deshidratación y daño celular.
El selenio, zinc, hierro, cobre, manganeso…son esenciales en dosis bajas, pero tóxicos en exceso.
El ayuno intermitente o restricción calórica, activa la autofagia, mejora la longevidad y la sensibilidad a la insulina. En exceso, puede generar pérdida muscular, alteraciones hormonales y estrés metabólico.
Psicológicamente un estrés agudo controlado (retos, discursos en público, exposición a incertidumbre o riesgo moderado) Mejora la tolerancia al estrés y la neuroplasticidad, pero en exceso, puede generar agotamiento y trastornos de ansiedad.
"Todas
las cosas son veneno y nada es sin veneno, sólo la dosis hace que una cosa no
sea un veneno." Paracelso
(Dosis sola facit venenum.)
Ya lo dijo Paracelso en el siglo xv. Esta frase siempre me ha encantado y siempre la tengo presente.
Tendemos a totalizar, a querer recetas generales y simples. Pero ni somos simples como organismos, ni somos iguales unos y otros.
El objetivo no es evitar el estrés, sino exponerse a él en la dosis correcta para generar adaptación.
Pautar un ejercicio a un paciente, implica conocer no sólo su patología o lesión, sino su contexto del momento.
Si tienes dudas sobre qué práctica deportiva o actividad física es más adecuada para tí y cómo puedes iniciarla en tus hábitos, no dudes en consultar.







