SI OYES UN RUIDO EXTRAÑO EN EL MOTOR....¿SUBES LA MÚSICA?
Hace dos días iba caminando por la calle, cuando al pasar por el típico parque donde hay gente entrenando al aire libre, oí…
"¿Qué tal estás de tu lumbalgia ?"
Respuesta: “Bien, me pongo reflex y me tomo una pastilla y sigo entrenando”
Al oír ésto no he
podido evitar escribir un pequeño post esta semana para aclarar
algunas cosillas.
Por supuesto todos
estamos de acuerdo en que el deporte y la actividad física van de la
mano de la salud, mientras que el sedentarismo y la falta de
ejercicio pueden ser factores determinantes en la aparición de
algunas enfermedades.
La vida es movimiento y nuestro cuerpo está hecho para movernos. No hace tanto que el ser humano, en este lado del mundo por lo menos, llevaba un estilo de vida totalmente diferente. Ya no caminamos ni para conseguir agua ni comida. Tan sólo unos pasos nos llevan a la nevera.
El aumento de teletrabajo
y la situación que estamos viviendo, en algunas personas
está cambiando su estilo de vida de manera importante, reduciendo
los momentos en los que antes nos movíamos de forma habitual.
Ahora bien, ¿Tengo
que empeñarme en seguir haciendo deporte, en seguir entrenando lo
mismo aunque tenga dolores?
Se me ocurre un
ejemplo: Cuando vas conduciendo y el coche te empieza a hacer un
ruido, ¿qué haces? ¿subes la música o paras a ver qué pasa? Si
ves que persiste, lo primero que haces es irte al taller. Sabes que
aunque sea un ruidito pequeño, si no le haces caso es cuestión de
tiempo que la avería será más gorda.
Pués aunque somos
evidentemente más complejos que un coche, cuando sentimos un dolor,
rigidez, cansancio importante...¿No será mejor en vez de tapar el
ruido en este caso con la pastilla, hacer una pausa en mi
entrenamiento y averiguar qué me está diciendo mi cuerpo?
El dolor, aunque cueste a veces imaginar que pueda servir para algo útil, cuando persiste, es porque el cerebro ha llegado a la conclusión, de que estás en peligro y hay algo que amenaza a tu cuerpo.Es nuestro sistema de alarma que nos avisa y protege. Por mucho que nos empeñemos en seguir con actividad si tú no paras, el cuerpo te acabará parando.A lo mejor esa lumbalgia de la que hablábamos en un principio, que de momento se calla y nos permite seguir entrenando, se acabará convirtiendo en un futuro lumbago agudo con su correspondiente bloqueo, un día cualquiera cuando te agachas a recoger algo del suelo.
Conclusión: Vivimos
en un mundo de inmediatez, autoexigencia e hiperactividad, en el que la
parada y el descanso
no tienen muy buena aceptación. Pero lo cierto
es que pararse a escuchar y permitirle a tu cuerpo que se recupere, te
permitirá progresar mejor y llegar más lejos en tus entrenamientos.
Muchas veces menos es más .
Si vas arrastrando
lesiones o presentas dolores desde hace tiempo, no dudes en
consultarme.
Imagen de Matan Ray Vizel en Pixabay










