EJERCICIOS DE KEGEL: PARA QUÉ SIRVEN Y CÓMO REALIZARLOS CORRECTAMENTE.PARTE 1.

Los ejercicios de Kegel son ejercicios que nos permiten fortalecer la musculatura de suelo pélvico
y nos ayudan a recuperar la funcionalidad
de esta parte del cuerpo. Al fortalecer esta musculatura, podremos
mejorar trastornos como la incontinencia urinaria
, urgencias
miccionales
, prolapsos de órganos pélvicos
….
Es cierto que estos ejercicios presentan más evidencia científica
que otras técnicas que aplicamos en fisioterapia uroginecológica,
pero debemos tener algunos aspectos en cuenta:
1. Aunque es eficaz trabajar la musculatura de suelo pélvico de
forma voluntaria, tenemos que conseguir que esta musculatura se
cotraiga también de manera involuntaria. Es decir, que reaccione.
Está muy bien utilizarlos como medida preventiva para evitar por
ejemplo una pérdida de orina cuando estornudas, pero el objetivo al
que debemos dirigirnos es a que sin que tengas que pensarlo, esta
musculatura se active por sí sola.
2. Es importante que un músculo tenga fuerza, pero necesitamos
también que tenga un buen tono. El tono es la consistencia que tiene
un músculo en reposo al palparlo.
¿Qué es lo que constituye el tono? La suma de fibras tipo I y el tejido conjuntivo.
- Tenemos fibras tipo I y II. Las I son de contracción lenta pero resistentes y las II son rápidas pero se fatigan antes.
- La musculatura postural (la que nos sostiene, sujeta y estabiliza) tiene más predominio de fibras tipo I. Luego además de Kegel, necesitamos también realizar ejercicios posturales, como por ejemplo la gimnasia abdominalhipopresiva.
- El tejido conjuntivo es tejido de conexión que tenemos por todo el cuerpo. Este tejido presenta colágeno que es el responsable de dar firmeza. A veces hay situaciones en las que se produce pérdida de colágeno, como por ejemplo sucede después del parto.
La musculatura de suelo pélvico debe tener un tono adecuado.No debería estar demasiado dura ni demasiado blanda.
Si está blanda, necesitamos aumentar el tono. La práctica de técnicas globales y posturales junto con la aplicación de radiofrecuencia , es una combinación excelente para recuperar la firmeza.
Si al contrario el tono está demasiado alto o hay una cicatriz , no sería recomendable aplicar Kegel sin previamente haber normalizado la tensión en el tejido.
3. Si tengo incontinencia urinaria o he tenido un bebé hace poco, ¿Es suficiente con hacer ejercicios de Kegel?
Ojalá fuera así de
sencillo, pero la salud es mucho más compleja que hacer unos simples
ejercicios. Necesitamos realizar una valoración
para detectar cuáles
son las necesidades de cada persona y qué técnicas son las más
adecuadas. No podemos generalizar y según sea el motivo de consulta, para
algunas personas estará indicado hacer Kegel pero para otras no.
Conclusión: A pesar de ser muy beneficiosos, no todo se soluciona
con ejercicios de Kegel.
Por muy buena que sea una técnica, no deja de ser una simple herramienta.
Para conseguir los resultados esperados y tener éxito en nuestro tratamiento, será fundamental elegir la técnica que más se adapte al problema, a la persona y al contexto.
En el próximo artículo hablaremos de cómo podemos realizar estos
ejercicios de forma correcta y cuáles son los errores que solemos
cometer.

¿Sabías que el hipotiroidismo es más común de lo que parece?
El hipotiroidismo no es una enfermedad rara. De hecho, se calcula que hasta 1 de cada 10 personas, puede tener algún grado de hipofunción tiroidea, y en muchos casos ni siquiera saberlo.
Hablamos de hipotiroidismo cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas , lo cual va afectar a múltiples sistemas del cuerpo, incluyendo el musculoesquelético.
Dado que las hormonas tiroideas son fundamentales para el metabolismo energético y la función muscular, si disminuyen sus niveles podemos encontrar síntomas como debilidad muscular, disminución de fuerza, fatiga, calambres, rigidez, peor tolerancia al ejercicio…e incluso hormigueos en manos y/o pies.
En la esfera uroginecológica, además de síntomas en relación con debilidad de suelo pélvico, podemos tener también estreñimiento , que en disfunciones como incontenincia urinaria , descenso de órganos pélvicos ….no nos favorece nada.
Con fisioterapia, podemos paliar estos síntomas mediante ejercicio adaptado. Es importante el tipo de actividad que te viene mejor a tí en tu contexto actual, y también es primordial saber cuánto ejercicio es el adecuado. Dosificar la actividad deportiva, no es fácil pero es fundamental tenerlo en cuenta.
Como ya comentamos en el artículo anterior donde hablábamos de la dosis hormética, poco ejercicio me perjudica, pero un exceso o una planificación inadecuada, tampoco me va a aportar beneficio.
La terapia manual y osteopatía pueden ayudar a disminuir los dolores, tensiones musculares y hormigueos. También podemos reducir la inflamación de bajo grado y mejorar el sistema nervioso autónomo.
En reeducación de suelo, podemos mejorar tu sintomatología y la función de esta esfera tan importante. La mejora de conciencia corporal de esta zona y la comprensión de cómo funciona nuestro cuerpo, es clave para no normalizar trastornos.
El dolor en relaciones sexuale s, la incontinencia urinaria o incluso el hipotiroidismo no significa normalidad.
Que sea frecuente en la población y a partir de cierta edad, no significa que sea normal o que sea propio del envejecimiento.
Si tienes alguno de los síntomas que hemos mencionado, no dudes en consultar.

Muchas veces en consulta se formula la siguiente pregunta: ¿Cuánto ejercicio hago y cuál es el que me conviene realizar?
“Me han dicho que correr es malo, que mejor natación o yoga…”
Es fácil que tengamos dudas al respecto, porque la verdad es que decidir cuánto ejercicio pautamos no es fácil. Podemos medir y cuantificar un suplemento o medicamento, pero ¿cómo hacemos con el ejercicio?
Para entenderlo mejor vamos a hablar de varios conceptos :exposoma, hormesis, homeostasis y capacidad alostática.
EXPOSOMA
El epidemiólogo Christopher Wild en 2005 acuñó el término exposoma como “conjunto total de exposiciones ambientales y factores endógenos que una persona experimenta desde su nacimiento hasta su muerte”.
Digamos que es todo aquello a lo que estamos expuestos , tanto externo (contaminación, luz, alimentación) como interno (hormonas, inflamación, metabolismo).
Esto incluye:
- Factores físicos (radiación, temperatura, contaminación)
- Factores químicos (fármacos, tóxicos, nutrientes)
- Factores biológicos (microbiota, virus, patógenos)
- Factores psicosociales (estrés emocional, relaciones interpersonales, nivel socioeconómico)
El exposoma es dinámico y cambia a lo largo del tiempo. Su impacto en cada uno, depende de la dosis, la frecuencia y la interacción con nuestra genética y epigenética.
HOMEOSTASIS
La homeostasis es la capacidad del organismo para mantener un estado interno estable frente a cambios en el entorno. Es decir, mi temperatura corporal es siempre la misma haga frío o calor. Mi glucosa en sangre se ajustará en función de mis necesidades para no sobrepasar unos límites ni demasiado altos ni demasiado bajos. Con el pH pasa lo mismo etc….
Es nuestro equilibrio interno. Y el exposoma vendrá a romper este equilibrio constantemente.
Cuando los cambios a los que tenemos que hacer frente son intensos o demasiado prolongados en el tiempo, entra en juego nuestra capacidad alostática .
CAPACIDAD ALOSTATICA
Cuando aquello que nos rompe el equilibrio es intenso o perdura mucho tiempo, por ejemplo estrés, inflamación crónica, ejercicio extremo, alimentación inadecuada…tendremos que adaptarnos a ello y si lo logramos, se producirán cambios positivos en nuestro organismo, que nos permitirán continuar con nuestro equilibrio. Es decir, NO enfermaremos.
Por ejemplo en el contexto del ejercicio físico, las personas que realizan deporte de manera regular desarrollan adaptaciones cardiovasculares para mantener un menor ritmo cardíaco en reposo, aumentan la eficiencia mitocondrial para producir energía, mejoran la sensibilidad a la insulina y la regulación del metabolismo de la glucosa, aumentan la masa muscular y ósea…etc…
Si esta carga alostática, es decir este esfuerzo por adaptarse al ambiente es excesivo o sostenido durante demasiado tiempo , entraremos en fatiga alostática , lo que podrá generar desgaste y enfermedades crónicas.Esta vez SI enfermaremos.
HORMESIS
Dicho todo esto, dentro del exposoma, algunos factores pueden actuar como horméticos , es decir, generar una respuesta beneficiosa en dosis bajas o moderadas, pero pueden ser dañinos en dosis altas.
Por ejemplo, el ejercicio físico en dosis adecuadas, mejora la fuerza, la resistencia y la salud metabólica. En exceso, genera inflamación crónica y riesgo de sobreentrenamiento.
La exposición al frío aumenta la producción de grasa parda, mejora la sensibilidad a la insulina y fortalece la termorregulación. En exceso, puede causar hipotermia y estrés oxidativo.
La exposición al calor (saunas, baños termales) mejora la circulación y reduce inflamación. En exceso, puede causar deshidratación y daño celular.
El selenio, zinc, hierro, cobre, manganeso…son esenciales en dosis bajas, pero tóxicos en exceso.
El ayuno intermitente o restricción calórica, activa la autofagia, mejora la longevidad y la sensibilidad a la insulina. En exceso, puede generar pérdida muscular, alteraciones hormonales y estrés metabólico.
Psicológicamente un estrés agudo controlado (retos, discursos en público, exposición a incertidumbre o riesgo moderado) Mejora la tolerancia al estrés y la neuroplasticidad, pero en exceso, puede generar agotamiento y trastornos de ansiedad.
"Todas
las cosas son veneno y nada es sin veneno, sólo la dosis hace que una cosa no
sea un veneno." Paracelso
(Dosis sola facit venenum.)
Ya lo dijo Paracelso en el siglo xv. Esta frase siempre me ha encantado y siempre la tengo presente.
Tendemos a totalizar, a querer recetas generales y simples. Pero ni somos simples como organismos, ni somos iguales unos y otros.
El objetivo no es evitar el estrés, sino exponerse a él en la dosis correcta para generar adaptación.
Pautar un ejercicio a un paciente, implica conocer no sólo su patología o lesión, sino su contexto del momento.
Si tienes dudas sobre qué práctica deportiva o actividad física es más adecuada para tí y cómo puedes iniciarla en tus hábitos, no dudes en consultar.







