¿TENGO QUE RECUPERAR MI SUELO PÉLVICO SI HE TENIDO UNA CESÁREA?
¿Quién no se ha imaginado en algún momento cómo sería su parto?
Durante los 9 meses que dura el embarazo, tenemos tiempo de prepararnos para uno de los acontecimientos de la vida más sorprendentes: asistir y ser protagonistas, del nacimiento de nuestros hijos.
Podemos prepararnos físicamente, psicológicamente, emocionalmente...pero una vez llegado el momento, intervienen diversas variables, que pueden cambiar nuestra idea preconcebida y que las cosas salgan de forma diferente a lo que habíamos imaginado.
La cesárea, como ya sabéis, es una operación mediante la cual se extrae al bebé y la placenta a través de la pared abdominal.
La vivencia de esta intervención varía enormemente de unas mujeres a otras . No es lo mismo una cesárea programada donde, tenemos 9 meses para hacernos a la idea, que un parto que se inicia normalmente y que después de mucho esfuerzo, termina en cesárea o una cesárea de urgencia donde existe riesgo vital de la madre o el bebé.
Al igual que el aspecto emocional difiere enormemente, las sensaciones corporales van en consonancia.
En los últimos años, he visto mujeres a las que no les ha preocupado ni han tenido molestias en su cicatriz , recuperándose incluso mejor que de su anterior parto vaginal. Y por el contrario, he visto mujeres que eran incapaces de tocarse ellas mismas su cicatriz, necesitando bastante tiempo para asimilar e integrar su “nuevo cuerpo”, sintiendo dolor, grima, adormecimiento en la cicatriz….
Esto no sólo se debe a “cómo me hayan cosido la cicatriz”. Cómo haya sucedido esta experiencia y cuál haya sido el motivo por el que se ha elegido esta cirugía, junto con la calidad previa del tejido, nuestra capacidad de cicatrización, estado previo de la musculatura….etc...puede variar mucho el tratamiento de fisioterapia de una persona a otra.
Si he tenido una cesárea, ¿me puedo despreocupar de mi suelo pélvico? ¿habré conseguido librarme de la i ncontinencia urinaria ?
Pués desgraciadamente la respuesta es NO.
- En primer lugar desconocemos cómo se encuentra nuestro suelo pélvico antes del embarazo. Podemos tener una debilidad desde hace años, sin ser conscientes de ello.
- Por otro lado el suelo pélvico ya se encuentra hipersolicitado desde el embarazo. En el embarazo entre otros muchos cambios que se producen, el abdomen se desprograma y distiende, con lo que se compromete la estabilidad lumbopélvica.
- El suelo pélvico y el abdomen trabajan de forma sinérgica, es decir, en conjunto. Ambos reaccionan constantemente ante los aumentos de presión que recibe la cavidad abdominal.
- Durante el embarazo se produce un aumento de peso que en ocasiones es excesivo, con lo que el suelo pélvico se encuentra también más solicitado por este motivo.
- Con relativa frecuencia durante el embarazo por modificaciones hormonales, se produce estreñimiento. Los pujos, sobre todo en apnea, pueden perjudicar nuestra musculatura de suelo pélvico.
- Por último, si el abdomen continúa desprogramado después de la cesárea y no cumple correctamente su función, con el paso del tiempo, el suelo pélvico acabará debilitándose.
A corto,medio plazo después de un parto por cesárea el riesgo de incontinencia urinario es menor que en un parto vaginal, pero a largo plazo el riesgo se iguala.
¿Qué trabajamos desde la f isioterapia uroginecológica en estos casos?
- Tratamos la cicatriz para recuperar la sensibilidad normal (en el caso de que estuviera afectada) y para evitar adherencias.
- Debemos valorar nuestro suelo pélvico y tratarlo en el caso de que fuera necesario.
- Reeducamos y fortalecemos la musculatura abdominal.
- Recuperamos esta conexión abdomen-suelo pélvico que nos permite gestionar correctamente las presiones que recibe nuestra cavidad pélvica.
- Reeducamos la postura integrando la esfera abdominolumbopélvica en la totalidad del organismo.
Si has tenido una cesárea, no dudes en consultar.










