¿TE DUELE LA MANDIBULA CUANDO TE LEVANTAS POR LA MAÑANA?
Podemos distinguir 3
grupos de afectación en esta articulación. ¿En cuál estarías tú?
Grupo 1. Si has
presentado en el último mes dolor en los músculos de la mandíbula,
en las sienes, delante del oído, o presentas dolor al abrir la boca,
tu dolor es de origen miofascial y muscular. Normalmente suelen
afectarse los dos lados aunque a veces puede haber uno más molesto
que el otro.
Grupo 2. Abre la
boca y observa colocando tus dedos en los oídos, si notas un click.
Normalmente si ocurre ésto suele ser en un lado y al inicio y/o
final de la apertura. Si te sucede ésto, existiría un
desplazamiento del disco de la articulación que podrá reducirse o
no.
Ahora bien, si
puedes abrir y cerrar la boca correctamente, el disco es capaz
digamos de recolocarse. Si no sucede así y notas como que se te
engancha, el disco no se reduce o le cuesta volver a su posición. Es
posible incluso que recuerdes en algún momento haber tenido un
bloqueo en la mandíbula y haber tenido dificultades para masticar.
Grupo 3. Si
presentas además de lo señalado en el grupo 1, dolor al palpar la
articulación, perteneces al grupo de dolor articular. Podrías tener
también crepitación, con lo que en este caso habría una probable
afectación de la articulación tipo artrosis o artritis.
Por supuesto, para
confirmar completamente cuál es tu lesión, habría que realizar la
exploración correspondiente en consulta.
En todos los casos,
podríamos tener o no limitación de la apertura bucal.
¿Cómo puedo saber
si tengo limitación?
Introduce tus dedos índice, mayor y anular, verticalmente, lo cual sumará aproximadamente unos 4 cm.
Si no eres capaz, habría limitación de la apertura bucal.
Dado
que esta articulación
interviene junto con los pies, oído y vista en la constitución de
la postura, es importante
un abordaje en su tratamiento global además de local.La
terapia manual y osteopatía presentan una evidencia científica
positiva para el tratamiento de estas afectaciones.
En
algunos casos además de
la afectación estructural
nos encontramos con:
- Mala oclusión dental.
- Estados proinflamatorios
- Sensibilización del dolor
- Estrés, ansiedad, depresión…lo cual puede no sólo predisponer, sino que también puede contribuir a perpetuar el problema.
En
estos casos, es importante
que en el tratamiento intervengan además del
fisioterapeuta/osteópata, diversos profesionales como: dentista,
psicólogo o nutricionista.
Si alguno de éstos es tu caso, y te sientes identificado no dudes en
consultarme.










